viernes, 15 de mayo de 2020

BIBLO-GUÍA 7.- MONTE DE UNO SUSTENTO DE OTRO



EL MONTE DE UNO, SUSTENTO DE OTROS

Al principio de todos los tiempos, cuando el dios Quetzalcóatl creó a los hombres, después de haber creado a los animales, se preguntó qué podrías comer los humanos.

De pronto, mientras pensaba, observó a una pequeña hormiga cargada con un grano de maíz. Pensó que ese podría ser un buen alimento para los hombres, así que preguntó:

– ¡Ey, hormiga! ¿Dónde encontraste ese grano de maíz?
– Del monte de nuestro sustento- respondió la hormiguita.

Entonces, el dios Quetzalcóatl vio cómo la hormiga se metía en una pequeña ranura abierta entre unas rocas.
– Debe ser por ahí- pensó el dios.
Así que se le ocurrió transformarse en hormiga para poder entrar como ella por aquel estrecho lugar y descubrir así dónde estaba el monte de nuestro sustento.

Entrar en aquel lugar era sencillo, pero cargar con el grano de maíz se hacía pesado, y casi imposible sacarlo por la pequeña ranura por donde entraban las hormigas. Entonces, el dios Quetzalcóatl pidió ayuda al dios Nanáhualt (el dios sol y el de la humildad), y éste lanzó un poderoso rayo contra la montaña. partiéndola en dos, y dejando al descubierto todo el campo de maíz.

Y así fue cómo, a partir de entonces, las personas pudieron alimentarse con el maíz que les ofrecía el ‘monte de nuestro sustento’.
Qué podemos aprender con esta leyenda azteca de El monte de nuestro sustento
Además de ser una leyenda muy curiosa sobre el origen de los campos de maíz, esta historia puede llevarnos a pensar en este importante valorel de la humildad.

– Los seres más humildes nos ofrecen sabias respuestas: El dios Quetzalcóatl no sabía qué dar de comer a los hombres. Y fue una pequeña y humilde hormiga la que le ofreció la respuesta. Y no solo le dijo qué podían comer, sino que además le enseñó el camino para encontrar ese alimento.
– Lo que uno puede conseguir con humildad: En esta leyenda azteca, el mismo dios se transformó en un ser insignificante, en una hormiga, y lo hizo porque solo con ese gesto de humildad, conseguiría localizar el lugar de donde la hormiga recogía el maíz. El mensaje que aquí nos transmiten es claro: solo con humildad conseguirás respuestas a las grandes preguntas.
– Las soluciones inteligentes de los más humildes y generosos: El dios Quetzalcóatl pidió ayuda, y lo hizo al dios más indicado, al dios más humilde: el dios del sol. Él consiguió abrir al cielo el campo de maíz que estaba atrapado en la montaña. El acto de solidaridad del dios Nanáhualt, consiguió lo que el dios Quetzalcóatl necesitaba.

ACTIVIDAD .-   

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